jueves, 24 de abril de 2014

Cuatro creador@s hablan sobre Mujeres de Arena


El siguiente documento reúne las respuestas de cuatro creador@s que trabajaron la obra Mujeres de arena de Humberto Robles, quienes a través de este escrito nos comparten algunas de sus impresiones con respecto a su labor como director@s de este texto. (Marzo-abril 2014)

Respuestas de Mónica Livoni (Italia)

• ¿Por qué decidí montar Mujeres de arena?

Conocí a Humberto Robles por e-mail porque estaba buscando un monólogo de Frida Kahlo para hacerlo en teatro. Entre un e-mail y otra un buen día me mandó Mujeres de arena... Lo leí, lloré, el reto de montar Mujeres de arena en Italia se convirtió en una misión para mí. No podía seguir adelante sin divulgar, si hacer conocer al mayor número de personas posible lo que sucedía y sucede en Ciudad Juárez. Dejé Frida, comencé a traducir Mujeres de arena al italiano, formé un grupo para hacer el montaje teatral y es así que desde el 2006 proponemos esta obra en Italia. Hemos hecho 68 réplicas en diferentes ciudades italianas

• ¿Por qué medio encontré el texto o cual es mi historia de acercamiento a él?
Por internet gracias a Humberto robles

• ¿Cómo fue el proceso de montaje para la puesta en escena y/o lectura dramatizada?

Comenzó como lectura para convertirse sucesivamente en un espectáculo teatral, con todos los consejos de Humberto y la sensibilidad del 
grupo.

• ¿En qué espacios se presentó Mujeres de arena?

El espectáculo lo hemos presentado en espacios diferentísimos: grandes teatros, pequeños teatros, grandes salones como la impresionante sala de los 500 del Palazzo Vecchio di Florencia. Pequeñas salas, salas de conferencias, bibliotecas, escuelas. En fin, nuestro montaje se adapta a cualquier tipo de espacio. Lo importante es que el mayor número de personas posible conozca el feminicidio de Ciudad Juárez.

• ¿Cómo fue la reacción del público?

El público se ha conmovido siempre, ha llorado, se ha emocionado. Gran participación y solidaridad. Muchas veces nos han dado hasta el pésame pensando que realmente éramos parientes de las víctimas.
• ¿Por qué considero vigente montar esta obra?

Hace 8 años comenzamos; lo considerábamos vigente entonces y lo consideramos vigente ahora. El feminicidio de Ciudad Juárez es real y es necesario que la comunidad internacional sepa lo que sucede. Nosotros presentamos Mujeres de arena en Italia para que la mayor cantidad de gente posible se sensibilice.

• ¿Por qué lo considero (necesario, urgente, importante, revelador...) -adjetivar desde la propia perspectiva- la motivación para montar y presentar Mujeres de arena?

Porque es una denuncia, porque son testimonios, porque se trata de un espectáculo basado en la realidad, basado en hechos y testimonios verdaderos.

• ¿Quiénes se han sumado a esta iniciativa, además del equipo creativo, solidarizándose con el proyecto y cómo ha sido su participación?

Nosotros contamos con el patrocinio de Amnesty International y junto a Amnesty y a otras asociaciones (Sur, Donne in nero, Se non ora quando, etc.) hemos formado el Tavolo de Juárez. El Tavolo de Juárez organiza otras iniciativas como conferencias, instalaciones artísticas (como zapatos rojos de Elina Chauvet) conciertos para sensibilizar la opinión publica con el apoyo del ayuntamiento de Turín y de la provincia (Marisela Ortiz Rivera ha obtenido la ciudadanía honoraria de Turín).

• ¿En caso de haberlos tenido, cuáles fueron los obstáculos y problemas que representó hacer este proyecto?

No recuerdo ninguna dificultad.

• ¿Tu puesta en escena estaba dirigida a un público especifico, quiénes y por qué?

No, tratamos solo que se trate de un público adulto. Lo hemos llevado a las escuelas pero para niños mayores de 15 años.

• ¿Qué relación existe entre el texto y la realidad social de tu país o comunidad?

El feminicidio en Italia está creciendo exponencialmente en estos últimos anos. La violencia de género existe también en países ricos.
Respuestas de Erica Koleff (Argentina)

¿Por qué decidí montar Mujeres de arena?

Porque creo en el arte comprometido, y Mujeres de Arena presenta un problemática vigente en Argentina, de la cual me parece urgente e imprescindible visibilizar porque nos afecta como sociedad.

¿Por qué medio encontré el texto o cual es mi historia de acercamiento a él?

Encontré el texto, en el 2009, navegando por la web e investigando sobre violencia de género y los feminicidios en Argentina y Latinoamérica.

¿Cómo fue el proceso de montaje para la puesta en escena y/o lectura dramatizada?

En el 2008, había comenzado a investigar y hacer performances en torno a la trata y el tráfico de mujeres, y violencia de género ese año, dirigí y puse el cuerpo en la performance “Mujeres en venta”, realizada en el marco de la clausura del Foro Interamericano de Mujeres contra la corrupción, en la sede de la Facultad de Derecho de la UBA- Universidad de Buenos Aires. Organizado por la Fundación Mujeres en igualdad, patrocinado por UNIFEM y UNDEF. Declarado de interés parlamentario por el Senado, la Cámara de Diputados de la Nación y la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. Declarado de interés parlamentario por el Senado, la Cámara de Diputados de la Nación y la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. https://www.youtube.com/watch?v=Esg-8_nZReM Y luego participé del proyecto Open Borders/ Fronteras_Abiertas (evento de performance en red), en el marco de la conferencia: “Acciones de transferencia: Performances de mujeres en las Américas”, organizado por el Centro de Estudios de performance de la Universidad de California, Los Ángeles (USA) en colaboración con el Instituto Hemisférico de Performance y Política de la Universidad de Nueva York. Con la Performance: "María de los Buenos Aires”. http://www.openborderslounge.com/erica.html
Anteriormente a ellas y a comienzo del 2008, había presentado/ montado en el IUNA como proyecto espectacular de graduación la obra de mi autoría: “El género en disputa (performance)” que podía en tensión la construcción social del género y la violencia que se ejerce sobre ella a tod@s aquellos que subvierten las normas. Esta obra la escribí, dirigí y también puse el cuerpo, mi Asesor Artístico fue Emilio García Wehbi. Y en ese marco terminaba de escribir mi tesis de Licenciada en Dirección Escénica-IUNA, titulada: “La disputa del género en la performance: un análisis de la cultura queer desde la teoría feminista”, bajo la dirección de la Dra. Julia Elena Sagaseta.

En el 2009, y por el lapso de 2 años me fui de la Ciudad de Buenos Aires a vivir a 1.200 kilómetros en la ciudad de Presidencia Roque Sáenz Peña, provincia del Chaco, Argentina. En esa ciudad, entre otras cosas, me desempeñé como docente en la Escuela de Servicio Social del Chaco.
En el 2009, hice una lectura dramatizada con estudiantes de la carrera de Trabajo Social, de la Escuela de Servicio Social del Chaco, Argentina, yo era su docente y estaba abordando el tema de violencia de género. Ellas no eran actrices, eran mujeres de diferentes edades: algunas eran madres, que estaban cursando el 1er. Año de la carrera. El texto se leyó en el marco del contexto áulico: su impacto tanto en las estudiantes que pusieron su cuerpo, como el del en el resto de los estudiantes que oficiaron de público fue perturbador.... Lo cual sirvió como disparador para pensar las analogías que se suceden en nuestro entorno más cercano y analizar la envergadura de esta problemática social.

Hoy 2014, me interesa montar la obra con un elenco profesional universitario, egresados del IUNA- Instituto Universitario Nacional del Arte, Dpto. de Artes Dramáticas, porque creo que la universidad, la academia, también es un lugar desde dónde se puede abordar y visibilizar estas problemáticas que traspasan fronteras y mantienen vigencia en nuestra sociedad.

¿En qué espacios se presentó Mujeres de arena?

En el 2009, se hizo la lectura dramatizada en la ciudad de Presidencia Roque Sáenz Peña, provincia del Chaco, Argentina (bien al norte)

En el 2014, espero montarla en una primera instancia la ciudad de Buenos Aires y luego hacer presentaciones en otras localidades.

¿Cómo fue la reacción del público?

En el 2009, fue extremadamente impactante, los dejo a todos con un gran sentimiento de vulnerabilidad, angustia, tristeza, entre otras....

En el 2014, todavía no iniciamos su proceso de montaje, lo esperamos para el mes de mayo.

¿Por qué considero vigente montar esta obra?

Porque es algo que continúa teniendo trascendencia, lamentablemente en Argentina la violencia de género y el feminicidio es noticia de todos los días, las mujeres son vulneradas y las leyes/ justicia/ políticas públicas son laxas e ineficientes, la sociedad es machista se percibe a la mujer como un objeto sexual, débil, libre de ser violentado. No se educa en el respeto hacia la mujer, una mujer no es libre de caminar o viajar sola, siempre debe temer por su vida y esto se acentúa más en el interior de las provincias en que los hombres se creen inimputables, justificándolo en su herencia cultural de una sociedad permisiva y abusiva.

¿Por qué lo considero (necesario, urgente, importante, revelador)-adjetivar desde la propia perspectiva- la motivación para montar y presentar Mujeres de arena?

Porque es necesario visibilizar esta problemática que la sociedad se rehúsa a ver y hacerse cargo. El arte tiene este poder de llegada y de transformación social, me urge servirme de él para movilizar a cada una de las personas que formamos parte de esta sociedad.
¿Quiénes se han sumado a esta iniciativa, además del equipo creativo, solidarizándose con el proyecto y cómo ha sido su participación?

En este momento estamos esperando que el IUNA nos apoye, porque todo el equipo creativo es egresados del Dpto. de Artes Dramáticas, y nos sería de gran importancia contar con ello.... Luego de esta resolución iremos avanzando con miras a crear redes para un mayor alcance de la obra.

¿En caso de haberlos tenido, cuáles fueron los obstáculos y problemas que representó hacer este proyecto?

Por el momento, el único obstáculo, aunque mucho no lo considero tal porque finalmente logre conformar el equipo creativo, fue que al comienzo, cuando estaba convocando graduados a formar parte de mi proyecto, muchos de ellos no quisieron formar parte de él porque me decían que la temática era muy fuerte y no se sentían capaces de abordarla.

¿Tu puesta en escena estaba dirigida a un público especifico, quiénes y por qué?

Principalmente va a estar orientada a un público formado del circuito del teatro universitario, porque el elenco está conformado por graduados del IUNA. También tenemos la idea de ampliar la perspectiva del público y abarcar otros sectores, por el momento y a la espera de la definición del IUNA, estamos evaluando posibilidades.

¿Qué relación existe entre el texto y la realidad social de tu país o comunidad?

Según las estadísticas en Argentina cada 30 horas matan a una mujer.... Lo cuál de por sí ya es alarmante, todos los días se suceden hechos de violencia de género en todos los ámbitos, pero aún muchos siguen siendo invisibles. En Argentina, pese a algunos avances, seguimos viviendo en una sociedad machista, cada vez más embrutecida e ignorante que habilita e instaura a que los hombres se crean dueños de las mujeres y que puedan hacer con ella lo que deseen, y que la mujer debe vivir con miedo constante, nunca sabes cuándo alguien puede manosearte, violarte, golpearte y matarte.

Lic. Erica Koleff
Ciudad de Buenos Aires, Argentina

Respuestas Daniela Esquivel (México) 

¿Por qué decidí montar Mujeres de arena?

Sentí que podríamos contribuir Luna y Señas Teatro (la compañía que dirijo) y yo de forma personal, con nuestra propuesta a sumarnos a las múltiples voces que se han acercado al texto o a otras vías para denunciar lo que sucede en Juárez, en México y en algunas partes del mundo. Sentí que nuestra aportación podría alcanzar a otras personas que han seguido nuestro trabajo y que es necesario que sepan que está pasando con las mujeres en nuestra historia actual.
¿Por qué medio encontré el texto o cual es mi historia de acercamiento a él?
Asistí al Teatro La Capilla cuando se hizo la presentación del libro y me conmovió profundamente el texto, sentí que era un llamado como teatrista a llevarlo a cabo y contacté a Humberto Robles para solicitar su autorización y llevar a cabo el montaje.

¿Cómo fue el proceso de montaje para la puesta en escena y/o lectura dramatizada?

Fue complejo, tuve tres elencos distintos. El primero que convoqué fue para la lectura dramatizada que se llevaría a cabo en el marco del Día de la no violencia contra las mujeres y niñas y se presentaría en el metro. Fue muy fuerte trabajar el texto, pero de alguna forma el que fuera una lectura nos creaba un “distanciamiento” natural, que ejercía sobre nuestro trabajo un involucramiento hasta cierto punto, pero yo quería ahondar aún más, así es que al paso del tiempo convoqué a algunas compañeras más para sumarse al proyecto y llevar a cabo la puesta en escena. Sin embargo en ese año sucedieron muchas cosas que no permitieron que lográramos tal empresa. La última vez que convoqué a un elenco con miras a llevar la puesta en escena a cabo, el resultado fue enorme. Se integró un elenco con el que se estrenaría la versión ya de puesta en escena de Luna y Señas y fue dentro de las actividades de su décimo aniversario, lo cual atrajo a muchos más espectadores. El trabajo de montaje fue duro, confrontante, triste y desolador, lleno de rabia y de indignación pero también cargado de esperanza, pues creíamos que era necesario que la gente supiera lo que está ocurriendo, pues de esta manera colaboramos a que la problemática se difunda y no se arrastre la indiferencia.

¿En qué espacios se presentó Mujeres de arena?

La primera versión que dirigí fue como Lectura dramatizada. Fue presentada en diversos espacios que buscan tener contacto social por medio de la cultura, pero la presentación más recordada por nosotr@s, siendo aún lectura, fue en la estación del metro Pino Suárez, pues la recepción fue maravillosa por parte del espectador. En la versión de puesta en escena se presentó en el Foro Contigo América y en Carretera 45.

¿Cómo fue la reacción del público?

En el metro, a pesar de estar en un espacio tan complicado para dar un función teatral la gente se acercó, se involucró y nos pidió informarles más sobre lo que estaba sucediendo en Juárez, incluso, hubo gente que llegó a pensar que sí éramos las madres o hermanas o hijas haciendo un acto de denuncia. No actrices. Eso fue muy revelador para continuar el trabajo y nos involucró más en el tema. Cuando tuvimos la obra en temporada siempre tuvimos lleno el teatro, a veces llegando a rebasar el número de aforo. La gente se sentía muy vulnerable, muy desolada, realmente se lograban conmover con lo que sucedía, aunque también llegamos a recibir críticas muy fuertes o gente que se salía de la función argumentando que “habían ido al teatro a ver teatro no a que los pusieran mal”. También llegué a recibir críticas de la algun@s compañeros teatristas que criticaron el que montara la obra, porque “todo el mundo la había hecho ya” y que no tenía sentido. De igual forma nos encontramos personas solidarias y maravillosas que difundieron el trabajo con el mismo objetivo que nosotr@s: volver viral la información y que llegara a la mayor cantidad de personas posible.
¿Por qué considero vigente montar esta obra?

Triste e indignantemente porque es absolutamente necesario. Las muertes en Juárez no han cesado y por el contrario comienza a extenderse el mismo clima de violencia e impunidad a toda la República Mexicana. Es imperante que lo que está sucediendo se difunda y que se ayude a romper el bloqueo que tiene la gente al tema, la excesiva indiferencia.

¿Por qué lo considero (necesario, urgente, importante, revelador...) -adjetivar desde la propia perspectiva- la motivación para montar y presentar Mujeres de arena?

Por lo URGENTE que es contribuir a que esta situación de violencia hacia las mujeres deje de existir, porque sólo informando y difundiendo sobre lo que está sucediendo lograremos involucrar a una sociedad indiferente.

¿Quiénes se han sumado a esta iniciativa, además del equipo creativo, solidarizándose con el proyecto y cómo ha sido su participación?

Familiares y amig@s nuestr@s. Hemos recibido todo el apoyo y solidaridad de parte de Humberto Robles, Marisela Ortiz y Norma Andrade, así como de Nuestras Hijas de Regreso a casa. Muchas personas han colaborado económica y moralmente para sostener el proyecto, han donado su trabajo, dinero o tiempo para la producción y difusión de la obra.

¿En caso de haberlos tenido, cuáles fueron los obstáculos y problemas que representó hacer este proyecto?

Es difícil encontrar espacio para obras de denuncia o corte social, es complicado porque no “arrojan dinero” porque la gente no quiere ver estas obras, prefiere ver lo que no les comprometa a tomar acciones y desgraciadamente eso no ayuda a que se sostenga el proyecto, quisimos continuar la obra y fue complicado encontrarle espacios de presentación.

¿Tu puesta en escena estaba dirigida a un público especifico, quiénes y por qué?

En el caso de nuestra puesta en escena, había un interés grande de llegar a zonas de la ciudad donde se desconoce que esto ocurre porque la población no está en contacto con esta realidad, zonas “exclusivas” de la ciudad donde la gente está acostumbrada a ver teatro muy comercial o musical. No lo logramos del todo, pero si alcanzamos a cumplir nuestros objetivos de alguna manera en otros espacios y con población diversa en edad y género, asistieron a nuestra temporada much@s adolescentes, evento que consideramos muy importante por el poder de difusión que tienen ell@s cuando algo los impacta.
¿Qué relación existe entre el texto y la realidad social de tu país o comunidad?

Es muy fuerte pero a pesar de que a diario se ve, se escucha y se lee en las noticias la cantidad impresionante de mujeres desaparecidas, abusadas sexualmente, violentadas o asesinadas en nuestros estados o ciudades, no hemos logrado que sea tan grande la resonancia de esta problemática como para que se vean reflejadas acciones contundentes de parte de las “autoridades”. Es por ello que el texto se vuelve una herramienta de lucha y la puesta en escena un arma poderosa para romper el hielo de la apatía que cubre a la gente. Creemos que debemos unir a esta denuncia a toda la sociedad civil, a los hombres y mujeres solidari@s que deseen que esta impunidad cese y que y no exista una muerta más.

Respuestas de Leandro Cicchinelli (Argentina)

Daniela te lo envío por acá, ya que esta computadora es muy nueva y las nuevas no traen el Word, hay que descargarlo, y todavía estoy en proceso de instalación de programas y demás, así que aquí va mi texto:

Una vez, hace algunos años, me preguntaron frívolamente por qué elegí hacer Mujeres de arena. Recuerdo que mi respuesta inmediata fue '¿Por qué no?'. Cuando había alcanzado la victoria en mi autoestima por una respuesta espontánea y que dejaba sin reacción al destinatario, un concepto se filtró por mis pensamientos. Recordé infinidad de batallas, castigos, raíces, memorias tibias, lágrimas, injusticias. Desde entonces, mi respuesta es otra: '¿Y cómo no?'. ¿Cómo no homenajear, al menos humildemente, al género responsable del inicio de toda vida? ¿Cómo no denunciar con el corazón sublevado, indignado y destrozado, la operación de exterminio que se está llevando a cabo contra la octava maravilla del mundo? No me guía una actitud de solidaridad, tampoco un impulso de justicia social. Ni siquiera lo siento como un deber moral, aunque tengo claro que lo es. Se trata sencillamente de algo concreto y puntual: NOS ESTÁN MATANDO A NUESTRAS MUJERES. Excuso de antemano mi exacerbación, pero... ¿qué diferencia existe entre introducir un fierro en la vagina de una mujer y cruzarme de brazos mientras no ignoro que esto sucede? Entonces, no quiero ni puedo ser cómplice, tampoco testigo mudo, aunque, de algún modo, son sinónimos.

La obra me llegó porque tenía que llegarme, y lo hizo a través de un actor de mi ciudad que ya la había hecho y me la dio a leer. A la cuarta página, se me caían las lágrimas a chorros. No podía parar. Y me dije que algún día lo haría. En esos meses de inacción, escuché la noticia de que una joven había sido violada y asesinada por su ex pareja en los alrededores del Teatro Argentino de la ciudad de La Plata. Y supe que era el momento de desarchivar esa maravillosa obra y ponerla en escena. Entonces convoqué a varias compañeras mías de teatro y nos enfrentamos al material. Empezó con lecturas, con investigación, con reuniones para ver películas y documentales alusivos,
con exploración, creatividad, mucha unión y confianza en el equipo de trabajo. Y un día estuvimos listos para darla a conocer al público, en formato de teatro leído, y la respuesta de la gente fue impresionante. Un actor está preparado para recibir elogios y críticas, para que le digan que gustó o no su actuación, para acariciarle el ego o hundírselo, pero nunca nos prepararon para que vinieran personas a darnos abrazos. Abrazos. De esos calentitos que escasean en el mundo. Y a decirnos 'Gracias por hacer la obra'. La gente simplemente estaba conmocionada, hecha un mar de lágrimas, profundamente dolida porque esta realidad no le era indiferente. Porque todos tenemos mujeres que amamos y a quienes queremos cuidar.

Una mujer me dio la vida, otras tantas me recibieron en sus brazos, hubo quienes me amaron y me regalaron indelebles momentos de goce, también a algunas les debo mis más sinceras y maravillosas lágrimas de amor. Estoy en deuda. Sé perfectamente que no podré detener la matanza de mujeres en el mundo, ni siquiera aún con toda la fuerza de mi alma. Pero puedo alzar la voz y dar a conocer sucesos terribles que, en algunos casos, resultan hasta inverosímiles de lo demoledores que son.

Decidimos, luego de hablar con su autor, Humberto Robles, ser de exquisita sensibilidad y notable generosidad humana, llevar adelante este proyecto en la Facultad de Trabajo Social que funciona en nuestra ciudad. Y fue hermoso ver cómo en una facultad tan política, donde los estudiantes se debaten por ideas políticas opuestas muchas veces, TODOS, opositores y adherentes, hombres y mujeres, amigos y adversarios, se unían para rendir homenaje a todas estas mujeres víctimas de violencia de género en escala extrema. Y si bien en Argentina existen casos terribles de violación y asesinato, vivimos en una democracia que nos permite denunciarlo.

Para mí México siempre había sido sinónimo de risas, picardía y encanto a partir de los programas de Chespirito. Claro, yo no sabía. Ignoraba el horror, porque muchas veces es sigiloso y mata de a poco. Entonces uno no sabe. Y una vez, en proceso de montaje, una mujer mexicana, también artista, me escribió un mensaje privado de facebook diciéndome: 'Ojalá se la dejen hacer, y que no vayan a correrlo como hicieron con nosotras aquí'. Se me erizó la piel y entendí la magnitud de este suceso. Tranquila, señora, aquí podremos decir todo cuanto se nos antoje, gritarlo bien fuerte y tenderles una mano a todas ustedes. Universalizar reclamos, peticiones, denuncias es nuestra misión como transmisores honestos y transparentes de la realidad de Ciudad Juárez.

Mujeres de arena es una invitación al dolor, al horror materializado, a la impotencia... sí. Pero también es un viaje a la reflexión y a la toma de conciencia. Abramos nuestros corazones y dejémonos invadir por una realidad que desgaja y que al mismo tiempo nos tira las orejas para que despertemos a la vida. Si lo hacemos temprano podremos llegar a aportar ese famoso granito de arena del que tan hipócritamente se habla y que tanto cuesta sumar desde el sentir verdadero.

El público así lo entendió, entendió que era hora de hablar, de llenar de denuncias el silencio. Cada final de función yo me tomaba el hermoso trabajo de hablar un poco con la audiencia, sobre todo con los hombres, y pedirles que nos mantuviéramos alerta. Con todos nuestros sentidos despiertos. Para proteger a nuestras mujeres, para incitarlas a denunciar, para recordarles cuán valiosas son, para conducirlas por la ternura y la confianza, para que se acabe el infierno. Luchar para poder habitar un mundo verdaderamente justo. Y vi en sus miradas, emocionadas como la mía, que nos entendíamos. Sí. Y los recuerdos de esas miradas, de esas lágrimas de amor, de esa ternura será lo verdaderamente inconmensurable que yo me llevaré de esta experiencia. Porque en la lucha se encuentran todos los corazones del mundo. Siempre. Y es ahí, en la lucha, donde quiero estar cada vez que alguien me necesite.
LEANDRO CICCHINELLI,
ACTOR DE LA CIUDAD DE LA PLATA, PROVINCIA DE BUENOS AIRES, ARGENTINA.

Mujeres de Arena, de Humberto Robles, un discurso escénico necesario para comprender a América Latina


Justicia para mi hermana es un documental realizado por la cineasta Kimberly Bautista, que cuenta el camino seguido por Rebeca Chacón para que la muerte de su hermana Adela no quede impune.

Es la historia de muchas mujeres guatemaltecas que luchan cada día porque el feminicidio no sea visto como algo habitual, porque la pérdida invaluable no sea olvidada como si se tratara del extravío de un objeto; es la urgente necesidad de que esta “cultura” patriarcal en su sentido más negativo, desaparezca.

El destino de Adela es tristemente el de muchas mujeres que nunca más regresan a casa.
Con profunda rabia y tristeza, los estudios de género exponen que el feminicidio es una constante creciente que agobia a Latinoamérica de manera alarmante.

¿Cuáles son las raíces del pasado y el contexto del presente que permiten que día a día desaparezcan y mueran mujeres en nuestro continente sin que eso parezca arrebatarnos, escandalizarnos y movilizarnos como el genocidio que es?

Genocidio es una palabra fortísima, pero acaso si sumáramos las cifras que arrojan los estudios realizados desde México hasta Argentina, ¿no sería esta una cantidad extraordinaria que nos obligaría a nombrar las cosas como son?

La violencia hacia la mujer no es exclusiva de México, ni de Guatemala, ni de Argentina o Venezuela. Con muchas caretas existe alrededor del mundo. Algunos de sus rostros son la violencia obstétrica, la deportación sin la posibilidad de contactar con los hij@s, la violencia doméstica, la prostitución forzada, la trata, violencia laboral, etc.

Desde el acoso sexual hasta el maltrato en el noviazgo, la violencia hacia la población femenina alrededor del mundo parece encrudecerse y con indignación la vemos irse tornando “común” en nuestros países.

El problema del asedio sexual no ocurre solo en São Paulo o en Brasil. Debido a los abusos, los vagones separados por género existen en países como Japón, Filipinas, Rusia e India . En México hay, además de vagones de metro, autobuses exclusivos para mujeres. Pero no existen datos que concluyan que esta solución sirve para reducir o acabar con las agresiones.

Londres es un ejemplo de éxito. El año pasado, la ciudad lanzó una campaña que consistía en preparar a la policía del metro para cuidar de los casos de abusos sexuales y, a la vez, concienciar a las mujeres sobre la importancia de denunciar. Bautizada como Project Guardian, la campaña nació tras una encuesta que concluía que el 15% de las niñas y adultas usuarias del metro ya habían sufrido algún abuso, pero el 90% de ellas no presentaron ninguna queja. Unos 2.000 mil policías recibieron entrenamiento y las denuncias aumentaron un 20% entre 2012 y 2013. Entre abril y agosto del año pasado, las detenciones por abusos sexuales en el metro aumentaron un 32%, hasta 170 personas.i

¿Es acaso que las mujeres por el hecho de serlo ya estamos por antonomasia condenadas a sufrir continuamente a lo largo de la historia?

Las movilizaciones femeninas no han “pasado de moda” como si tratara de una tendencia; contrario a lo que se piensa, las mujeres no hemos ganado la guerra, sólo hemos triunfado en algunas batallas.

El caso de algunos países de Latinoamérica es verdaderamente indignante y aterrador, pero el caso de México es particularmente especial por muchos de los ángulos que componen uno de los fenómenos más hirientes de la historia de este país.

Según el informe “Feminicidio en México. Aproximación, tendencias y cambios, 1985- 2009′′, en esos 24 años fueron asesinadas 34.176 mujeres.

El Observatorio de Feminicidio indica que entre el 2010 y el 2011 desaparecieron 3.000 mujeres. Y registran 529 homicidios de enero de 2011 a junio del 2012.ii

Uno de esos biseles fue denotado por el caso de Juárez.

¿Qué es lo que sucede en esta ciudad fronteriza que México no es el mismo, que existe un antes y un después de Juárez?

Las estadísticas, como las noticias, comienzan a disolverse en un maremoto de confusión y ceguera. Existen aquell@s que no las conocen y quienes conociéndolas, las ignoran.

A pesar de la excesiva violencia que vivimos en México y de los esfuerzos que la sociedad civil consciente, las asociaciones civiles y organizaciones no gubernamentales hacen por exponer esta situación, hay ignorancia y a la vez indolencia por parte de la población.
Un porcentaje de la población mexicana no ve porque “no sabe y no se acerca a saber” y otro “porque no quiere verlo”.

La violencia hacia la mujer es una arista más de la violencia organizada que se ha permeado en casi todos los estratos y rincones de nuestra sociedad. Es una de las vestimentas de uso cotidiano del crimen organizado.

Se dice que en Juárez no hay culpables. No los hay porque NO se quiere tener culpables.

...según cálculos de la organización Justicia para Nuestras Hijas, en Chihuahua se han registrado al menos 2 mil 200 feminicidios en los últimos 20 años.iii

Dos mil doscientas mujeres que tienen nombre, cuerpo y una historia. Familia, afectos, un camino trazado y un cúmulo de sueños. Dos mil doscientas vidas que fueron destruidas y que no han recibido justicia. Dos mil doscientas mujeres que jamás volvieron a casa.

¿Dónde están, además, el resto de mujeres que no han sido contabilizadas, porque siguen dentro del margen de “desaparecidas” o de quienes no se han encontrado los restos?

Es por ello que las estadísticas son esas cómplices de doble filo. Para los familiares que perdieron a una de sus mujeres, faltan. Para las autoridades cómplices, sobran.

Y para much@s mexicanos Juárez está muy lejos...

¡Qué alto precio está cobrando la apatía y la falta de solidaridad! El que se haya dejado solamente a una parte de la sociedad (la consciente y solidaria) la tarea de denunciar y trabajar porque los feminicidios sean denunciados, perseguidos y erradicados. Aun cuando todas y todos estamos en peligro de perder a alguien o ser “desaparecid@ o asesinad@”, el clima de impunidad sigue latente y desgraciadamente va en aumento.

El caso de Juárez está extendido a toda la República Mexicana, reportando datos alarmantes. Algunos estados han solicitado que se active una alerta de género. No hay respuesta.

El problema de los feminicidios y violación a los derechos humanos en México alcanza niveles de "crisis", advierte el informe "De sobrevivientes a defensoras: Mujeres que enfrentan la violencia en México, Honduras y Guatemala", elaborado por la Iniciativa de las Mujeres Premio Nobel que el año pasado visitaron el país para investigar este tipo de crímenes.
Entre 2006 y 2012 los feminicidios en México aumentaron 40%. En estados como Chihuahua, el número de asesinatos contra mujeres es 15 veces más alto que el promedio mundial. En el país, se cometen 6.4 asesinatos de mujeres por día, de los cuales, 95% quedan impunes según datos del informe y de la Organización de Naciones Unidas.iv

El nivel de descomposición social en el mundo es elevado, pero lo es aún más con las mujeres, y Latinoamérica es escandalosamente un aparador ideal donde se puede observar con detenimiento este inhumano trato. Es desolador que una tragedia de esta magnitud hermane a muchos países de la llamada Patria Grande.

En Guatemala una mujer busca incansable, justicia para su hermana asesinada, en Brasil las autoridades niegan el acoso en su sistema de transporte metro, menospreciando el grave hecho y en México mueren a diario entre 6 y 7 mujeres sin “que pase nada”.

La problemática de violencia hacia la mujer es colosal. Dolorosamente colosal.

Los sucesos antes mencionados se concatenan cuando vemos que la negligencia de las autoridades fortalece los patrones más negativos heredados por un absurdo patriarcado, exacerbado entre nuestras sociedades machistas.

Las mujeres se han “cosificado”, se les ha reducido a números, estadísticas, número de expediente, “una más”...las mujeres somos tratadas como objetos. Objetos de uso y deshecho, afirmación que se fortalece cuando los casos de violencia son vilipendiados y negados. 

Ignorados de manera flagrante. Desde el acoso en la calle, hasta los feminicidios de Juárez, parecería que el mensaje que se nos da es claro: ustedes, mujeres, no nos importan.

Mapa del feminicidio en América Latina... Son crónicas de mujeres que han sido asesinadas por el hecho de ser mujer.

La palabra no aparece en la Real Academia. Sus casos son ejemplos significativos de un crimen que cada año mata a una enorme cantidad de mujeres en todo el mundo.

Pero a pesar de ser un problema tan grave, no tiene ni nombre ni hay cifras oficiales.

Se le llama “feminicidio” o “femicidio”, según el país, pero cuando se busca en la Real Academia de la Lengua, la respuesta es que esas palabras “no están registradas en el Diccionario”.

Pero obviamente existe. Y en América Latina es especialmente grave.
Tanto que un informe de la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM) publicado en 2012 indica que en algunos casos alcanza “niveles cercanos a los de pandemia”.v

Ante este panorama algunas mujeres y hombres que buscan justicia para sus familiares, para sus mujeres y para quienes forman parte de la historia de ellas, así como personas solidarias, se han unido en organizaciones de diversa índole buscando un fin común: obtener justicia, poner alto a la violencia de género en cualquiera de sus manifestaciones y detener los feminicidios.

Desde la trinchera de cada ciudadan@ que busca participar en la búsqueda de justicia y denunciar la impunidad, con miras a que desapareciera por siempre, han surgido diversas iniciativas para este fin. 

Algunas de estos trabajos han sido apoyados y acompañados por artistas, cuya sensibilidad ha permitido que combinando el activismo y el arte, surjan propuestas contundentes para aportar a esta causa social acciones claras que contribuyan a la denuncia y la desaparición de esta guerra de baja intensidad hacia la población femenina.

Una de esas propuestas es la obra dramática Mujeres de arena, cuyo autor Humberto Robles es descrito por Wikipedia como dramaturgo, guionista y activista defensor de derechos humanos, nacido en la Ciudad de México el 9 de noviembre de 1965; pero detrás de esa descripción está la profundidad de un combativo compañero de muchas causas humanas, cuyas cicatrices buscan ser sanadas y curadas permanentemente por algo llamado JUSTICIA. Humberto es un ser humano, un hombre en toda la extensión de la palabra. Su aportación dramatúrgica es inconmensurable cuando se liga a profundis con el tema de las mujeres de Juárez.

La existencia de Mujeres de arena marca un parteaguas en la dramaturgia nacional e internacional.
La gran cantidad de grupos teatrales y artísticos que la han llevado a escena ya sea en su versión de lectura dramatizada o como puesta en escena es prueba fehaciente de este hecho.

Ha habido montajes de diversos grupos profesionales y amateurs de la Ciudad de México, así como en Tampico, Reynosa, Puebla, Guadalajara, León, Guanajuato, Colima, Mexicali, Mérida, Monterrey, Oaxaca, San Luis Potosí, Chihuahua, Estado de México, Hidalgo, Tabasco y Ciudad del Carmen.
Asimismo, esta obra ha sido montada en Sydney, Australia; California, Texas, Oregón, Portland, Syracuse, Seattle, Massachusetts y Nueva York, (Estados Unidos), en Turín (Italia) con el título "Donne di Sabbia" presentándose también en Roma, Padova, Pinerolo, Bolonia, Udine, Milán y Venecia; en Hualpén (Chile), Puerto Deseado, Villa Mercedes y Río Grande en Tierra del Fuego, (Argentina), Burgos, León, Guadalajara, Álava en el País Vasco, Barcelona, Valencia, Xirivella, Alcalá de Henares, Santa Cruz de Tenerife Islas Canarias, (España), Buenos Aires y Santiago de Chile (Festival Espacios Comunes Chile-Argentina), con el grupo Arenas Morenas en La Plata, Argentina, en Colombia por el grupo Teatriados, en Costa Rica, Alemania, Canadá, Cuba, Guatemala, Londres, (Gran Bretaña) y tres montajes diferentes en Uruguay.vi

La pregunta que se nos abre delante es ¿por qué si este tema es exclusivamente mexicano y está tan “focalizado” en Juárez, ha sido montado y sigue siendo montado por tantos artistas alrededor de la República Mexicana y del mundo?

Deseamos que la respuesta sea obvia. Que lo fuera. Pero desgraciadamente para algunos no lo ha sido del todo.

Llamativamente cada vez se unen más y más voces que se van haciendo un solo grito que clama: Ni una muerta más. ¿Es mucho pedir?

La realidad que asola al norte mexicano ya no es solamente exclusivo de esa región, la violencia se ha extendido alarmantemente a todo el país. Aquél México pacífico y bello del que nos sentíamos orgullosos sus originarios, está volviéndose estampa narrada por los abuelos. Y es que la violencia hacia la mujer siempre ha existido, pero nunca como ahora, naciendo directamente de las entrañas del narcotráfico y el crimen organizado. Su representación contemporánea es atroz, pareciera sacada de la más retorcida película de ficción. Si a esto se le suma la complicidad alevosa de las “autoridades” o su complicidad por omisión, estamos ante un panorama que necesita de todos los refuerzos posibles para denunciarla sin que el cansancio llegue.

La mayoría de los montajes han contado con el apoyo de las organizaciones "Nuestras Hijas de Regreso a Casa", "Comité Cerezo" y "Comité Pável González: contra el olvido y la impunidad". En Italia, España y México ha contado con el apoyo de Amnistía Internacional. En Uruguay contó con el apoyo de Amnistía Internacional Sección Uruguay y el colectivo "Mujeres de Negro"-Uruguay.vii

El tema de las mujeres asesinadas y desaparecidas de Ciudad Juárez ha trascendido porque es uno de los picos de las múltiples puntas del iceberg que es el fenómeno de violencia de género. Indignante y dolorosamente no es el único, pero sí uno de los más aterradores, por ello para muchos de los defensores sociales y activistas, esta obra resulta trascendental para denunciar y dar a entender en una sentida y profunda, así como poética y no por ello menos desgarradora forma, el fenómeno de la violencia hacia el sexo femenino, cuando llega a uno de sus estandartes más elevados.
Hemos encontrado en la dramaturgia de Robles un altavoz poderoso para hacernos escuchar. Todas y todos aquellos indignados que buscamos justicia, nos hemos apoderado del texto para que llegue a tod@ aquél que desee escucharlo, y sobre todo para los que no tengan oídos para él.

El texto de Humberto Robles se ha convertido en la obra de teatro sobre el feminicidio en Ciudad Juárez más montada en el mundo, con representaciones a cargo de medio centenar de grupos en varias ciudades de México, Argentina, Canadá, Colombia, Costa Rica, Chile, España, Italia, Uruguay y Estados Unidos.viii

Es así como Mujeres de arena, ya no sólo es per se el texto sobre Juárez y sus mujeres más montado, sino que se engrandece y trasciende para volverse un texto obligado para comprender lo que está sucediendo con el género femenino alrededor del mundo; es una invitación a que la venda de nuestros ojos caiga y con sensibilidad, inteligencia y solidaridad comprendamos que la resonancia que tiene esta obra dramatúrgica nos grita a todas voces lo absolutamente innegable ya, las mujeres estamos siendo cada vez con más odio, ultrajadas y violentadas en todos nuestros derechos, pero sobre todo en el más primigenio de todos: nuestra existencia.

En muchas ciudades se replica con vehemencia el modelo de desgobierno de Juárez. En esta entidad a finales de los ochenta se venían denunciando las primeras desapariciones, las primeras afrentas contra las mujeres que fueron minimizadas. El acoso en las calles y el laboral fueron ignorados. Continuaron las desapariciones. Hoy vemos como la ola ha crecido sin que se logre contener. ¿Hasta cuándo? Si el gobierno no está de nuestra parte, tendremos que buscar otras vías.

Esta nota de prensa de Jenaro Villamil lleva por título: Feminicidios, los Gobiernos que Odian a las Mujeres. Clarificador. Verdaderamente clarificador.

Entre esos gobiernos se encuentra el de Chihuahua. La administración priista que encabeza ahora César Duarte no sólo hereda el más alto número de crímenes contra mujeres en Ciudad Juárez en los últimos 15 años, sino dos casos que han conmovido a la opinión pública: el asesinato de Marisela Escobedo, madre de otra joven asesinada, Rubí, cuyo principal desafío fue haber exhibido a las autoridades de Chihuahua y de Zacatecas por su enorme negligencia para detener al homicida de su hija; y el de Susana Chávez, activista desde hace décadas en contra de los crímenes de Juárez y autora de la frase “ni una muerta más”.
El caso de Marisela Escobedo se ha convertido en un escándalo internacional. La última edición de Proceso tiene en su portada el rostro de esta mujer indomable y extractos de las actas ministeriales sobre su caso. En el reportaje firmado por Rosario Manzanos se confirma que la “indolencia asesina” es compartida tanto por las autoridades de Chihuahua como las de Zacatecas, éste estado gobernado hasta hace unas semanas por una mujer de izquierda, Amalia García, que se preciaba de ser defensora de género.

Lo que más alienta a los feminicidas es este clima de impunidad y de omisión en las autoridades ministeriales. O quizá a lo que estamos asistiendo es a un complejo engranaje de complicidad desde las procuradurías y policías estatales donde se localizan los verdaderos criminales contra mujeres.ix

Es así como se van presentando ante nuestros ojos las múltiples razones que nos van llevando a responder: ¿Por qué montar mujeres de arena?

Porque es absolutamente necesario.

Cada desaparecida y asesinada, nos compete. Cada vejación nos cimbra.

Lo que le hacen a una, nos lo hacen a todas. Porque ninguna está exenta. Porque la que sigue puede ser cualquiera de nosotras. Porque ninguna está segura en las calles, ni en su casa, ni el orden de su vida, cuando cada día son golpeadas, torturadas, violadas o asesinadas mujeres como la que suscribe este escrito. Nadie está a salvo.

¿Qué relación podrían tener las Mujeres de Juárez con el caso de Yakiri Rubio*x? ¿Por qué caminar con pancartas que exigen justicia para Yakiri con la leyenda: Todas somos Yakiri?

Porque lo somos.
En Mujeres de arena, se revela esta verdad. Una de las líneas de la obra dice: Cuerpo de mujer, peligro de muerte. Particularmente es una de las que más cimbra a la audiencia. Por su contundente veracidad.

Negar la urgencia de que el texto sea difundido y valorado es sumarse a la ceguera que como sociedad nos ha invadido. No queremos ver lo que está frente a nosotr@s porque duele. Pero si no lo detenemos, dolerá aún más.

¿Es acaso que nos volveremos cómplices por omisión?

La urgencia de que estas voces sean escuchadas es porque el tema no está agotado, hasta el día de hoy en el 2014, las desapariciones no han cesado en Juárez y siguen apareciendo mujeres como Esperanza Chaparroxi que desapareció el 26 de enero del año en curso y regresó a casa, sólo para ser sepultada.

¿Cuántas muertas son muchas? ¿Y cuántas más deberán ser para que nos sumemos a este clamor de justicia?

Nos compete, no solamente como artistas, reflejo de nuestra sociedad. Nos incluye como mujeres, hombres, sociedad entera, colaborar a que ninguna mujer viva con miedo, a que pueda desarrollarse la vida en su plenitud en cualquier orden social, en cualquier país a cualquier hora.

Mujeres de arena clama por Juárez sí, pero también por el Estado de México, por Yakiri, por Argentinaxii, por Brasil, por Guatemala, por las mujeres golpeadas en casa, por la explotación infantil femenina, por la trata...por cada situación donde los derechos de las mujeres sean violentados. Pero además, lo hace por la JUSTCIA y la DIGNIDAD HUMANA, en sí misma, porque cada agravio cometido a una de nosotras, es un agravio a la humanidad misma. Una escisión al género humano mismo. Mujeres de arena, no sólo habla de mujeres, grita humanidad y eso es lo que buscamos tocar quienes hacemos teatro. Con la enorme necesidad de que en cada montaje logremos transformar este mundo, que pareciera estársenos deshaciendo a pedazos y que no queremos perder.

Daniela Esquivel
Tlalnepantla de Baz, marzo/abril 2014.

Nota:
Las citas no fueron hechas en el formato APA ni en ninguno otro, porque se busca agilizar el acceso rápido a la liga, para mayor eficacia de la consulta del lector@.

i http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/03/20/actualidad/1395335720_262349.html
ii http://proyectocuerpodemujerpeligrodemuerte.wordpress.com/2013/07/05/mapa-del-feminicidio-en- america-latina-2013/
iii http://nuestrashijasderegresoacasa.blogspot.mx/
iv http://nuestrashijasderegresoacasa.blogspot.mx/
v http://proyectocuerpodemujerpeligrodemuerte.wordpress.com/2013/07/05/mapa-del-feminicidio-en- america-latina-2013/
vi http://es.wikipedia.org/wiki/Mujeres_de_Arena
vii http://es.wikipedia.org/wiki/Mujeres_de_Arena
viii http://www.informador.com.mx/cultura/2009/149569/6/mujeres-de-arena-levantan-sus-voces-contra-la- violencia.htm
ix http://jenarovillamil.wordpress.com/2011/01/12/feminicidios-los-gobiernos-que-odian-a-las-mujeres/
x http://www.vice.com/read/yakiri-rubio-killed-her-rapist-in-self-defensenow-she-may-go-to-prison Otra liga: http://www.jornada.unam.mx/2014/03/03/politica/017a1pol
xi http://nuestrashijasderegresoacasa.blogspot.mx/
xii http://cosecharoja.org/argentina-un-femicidio-cada-30-horas/